martes, 4 de octubre de 2011

El Comienzo

La Segunda Guerra Mundial postergó la realización de los Primeros Juegos Deportivos Panamericanos. Y fue así que, mientras el destino ejecutaba una jugada magistral con el nacimiento de Karpov, Juan Domingo Peron se disfrazó de Prometeo para robar el fuego sagrado y entregárselo a la Argentina. Corría el año 1951 y Delfo Cabrera brillaba con la luz del oro olímpico de Londres 1948. También corría Juan Manuel Fangio conquistando el primero de los cinco títulos en Fórmula1. Eran tiempos distintos. La televisión aún no había nacido en el país y se gestaba el voto femenino para darle forma a la reelección del General. Es en este contexto que el local lideró el medallero para nunca mas repetirlo.